Los 3 recomendados de la Parra y el Zorro para Agosto 2024

Seleccionamos tres vinos que viene de agricultura orgánica certificada de Unión Europea, de uvas autóctonas de sus regiones de origen y que fueron vinificados con la intención de que se sean vinos honestos en los que se puede sentir el suelo y el clima de dónde vienen, son expresivos, divertidos y muy fáciles, de tomar. Les presentamos:

• El Blau Cru, es un vino blanco hecho de la uva Malvasía de Sitges por la bodega Pardas, fundada por los agricultores y enólogos Ramon Parera y Jordi Arnan. Ellos cultivan y vinifican sus uvas en la zona del Penedés en Cataluña - España. Su lema es hacer vinos dictados que la tierra y que ellos disfruten tomar, y si que es cierto, esta malvasía es floral, ligeramente matizado por gotas de lima, y un eco de almendras. Es un vino fantástico de textura entretenida y fresca cuyo espíritu permanece en la boca.

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• El Rosato di Nerello Mascalese, vino rosado hecho de la variedad autóctona siciliana Nerello Mascalese es vinificado por la bodega orgánica Di Giovanna. Allí trabajan los hermanos Klaus y Gunther Di Giovanna, hijos de padre siciliano y mamá alemana. Su viñedo y bodega están localizados en el occidente de Sicilia, en la localidad de Sambuca di Sicilia y su propósito es hacer vinos que revelen el carácter de su natal Sicilia y que realcen  la vocación gastronómica de la isla. Este rosado es un ejemplo de esto, es contundente,  refrescante y revela notas de licor de fresa o de durazno, dependiendo del humor del vino. El vino  tiene matices de hinojo y hierbas aromáticas con una frescura de manzana roja y un final mineral como si le hubieran puesto unos granitos de sal. Es fantástico; uno no se da cuenta a qué horas se termina la botella y abre el apetito. Por supuesto marida muy bien platos frescos y los de cocción larga.

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• El vino naranja, sin filtrar, Traminer mit Achtung del viñedo y bodega austriaca orgánica y biodinámica de Fred Loimer. El viñedo del que se origina este vino está al sur de Viena. La uva se llama Roter traminer, y es la misma Gewürztraminer. Este traminer es aromático, sugiere notas de flor de naranja y frutas como el maracuyá y la granadilla y siendo naranja, o sea hecho con sus pieles, tiene también la sensación de las pieles de estas mismas frutas, casi como un té una combucha. Como es un vino sin filtrar su turbidez natural contrasta con su frescura haciendo se un vino que uno podría literalmente morder. Es toda una revelación de sabor, se disfruta solo, conversado,  o maridado  con sushi y comida asiática.